¿Y ahora qué Filípides??

Publicado: 3 de marzo de 2014 en Carreras
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Llevaba 4 años esperando una revancha. 48 meses en los cuales la distancia de Filípides me había dado dado varios revolcones e incluso alguna que otra cuchillada. 1461 días pensando en desquitarme y vencer a esos 42 kilómetros y 195 metros. 35040 horas deseando superarme y sacar todo lo bueno que llevo dentro. 2.102.400 minutos intentando redimirme y regalarle a mi padre la carrera de mi vida.

El 13 de febrero de 2010 el maratón de Sevilla me demostró que no hay que subestimar a la distancia y que hasta el último metro todo es maratón. Ese día lloré, pero no de rabia, sino de felicidad, pese a no conseguir el objetivo previsto aquello fue una victoria (no quiero extenderme, en el enlace podéis ver el porque). 12 días después mi padre fallecía. Nunca pudo verme acabar un maratón.

Estoy a punto de borrar todo lo escrito hasta ahora. No me gusta que la crónica vaya por estos derroteros tan sentimentales. Los que me conocéis sabéis que a parte de correr lo que mas me gusta es reír y hacer reír. Así que voy a cambiar un poco de tercio, pero la dedicatoria a mi padre quedará ahí como recordatorio.

Y ahora no se por donde empezar… Quizá por los entrenos, por el viaje hasta Sevilla con los Drinkingrunners, por la feria del corredor… Se admiten sugerencias.. A la de una, a la de dos y a la de tres!! Bueno, visto que ninguno/a se anima ya me inventaré algo.

Los que ya me habéis leído alguna vez sabréis que mis crónicas suelen ser «extensas»… Los cabrones que tengo por compañeros me llaman el Tolkien de las crónicas, dicen que parecen trilogías.

En el tren

Para esta me habían proporcionado varios títulos: «El señor de los maratoncillos», «42195 metros de Grey», «El hombre que amaba a los maratones», «Marathon Wars», «El Tío del Megáfono y el maratón maldito»… y así una decena mas… Son unos cracks!

Si echo la vista atrás (y no me da por bizquear) me doy cuenta que ha sido uno de los mejores fines de semana de mi vida. El viaje en tren con una familia de 60 personas donde no me senté ni un minuto desde que salimos de Madrid hasta que llegamos a Sevilla, dos horas y media de risas, nervios, charlas serias (gracias Ron), de ánimos y sobre todo sueños compartidos, fue la mejor manera de empezarlo.

El día de la feria será otra jornada que no olvidaré. Desde las 10 de la mañana que llegué hasta pasadas las 6 de la tarde que me fui, disfruté como un enano. Con los compañeros en el stand que la organización cedió a #KmsXalimentos recogiendo kilos de comida para el Banco de Alimentos de Sevilla, paseando por la feria, cotilleando los distintos casetas de marcas y maratones, picando alguna compra que otra, encontrándome con runners que conocía de las Redes Sociales o de otras carreras… que mas puede pedir un corredor?? Para los anales de la historia quedará el momento «descojone» con Bernal, Doc, Pintos y Óscar haciendo de «security men» de Alma por la Feria (increíble ver a esta pedazo de mujer sonriendo a todo el mundo que se le acercaba a saludarla o hacerse una foto con ella). No quiero olvidarme de la comida con Alberto (Fisiosport), Alma y sus padres, gracias por acogerme y hacerme sentir uno mas de la familia! En resumen esas mas de 8 horas pasaron volando.

En la feria del corredor

Después de un poco de relax en la habitación (sin tocarme ni nada.. que conste)  tocaba cenar y cargar las pilas para la mañana siguiente. Después de dejar todo listo para la carrera bajamos al restaurante del hotel que estaba «petado» de corredores. No he visto mas caras de hambre en mucho tiempo, joder con los maratonianos!!! Algunos dan penica.. y envidia a la vez! Ojalá algún día pudiera abandonar la mini-lorza que me acompaña!! Lo de menos fue lo que comí o cené en este caso, lo mas importante era el ambiente festivo que creamos los «Drinking». A la gente se le veía muy seria, ni que tuvieran que correr un maratón el día siguiente!! Pero nosotros íbamos a lo nuestro ya habría tiempo de preocuparnos!!

La verdad sea dicha es que yo también me encontraba nervioso, no voy a negarlo. Eso hace que si ya de por si digo paridas sin ton ni son, estás se multipliquen de manera exponencial según se acerca un momento de climax (si, en todos los ámbitos… o no, pensad mal y acertaréis, o no.. quien sabe… vale… ya?, no? dejad de pensar en guarrerías). Lo dicho, que estaba mas nervioso que Naranjito en la fabrica de Zumosol por lo que decidí calmar mis nervios con un Gintonic (cortito). De todo el mundo es sabido las propiedades de la quinina para evitar los calambres así como para no contagiarse de la malaria y yo, señores y señoras, soy un hombre precavido!!

Ya en la cama di unas cuantas vueltas, conectado a Twitter y Facebook. Incluso en un intento desesperado, llamando a Esperanza Gracia y Sandro Rey para ver si me daban alguna predicción buena de cara a la mañana siguiente.. No fueron capaces de aclararme nada, por lo que procedí a dormir cual gatico pequeño al lao de una estufa!

No dormí mal del todo y después de untarme en vaselina las zonas comprometidas, ajustarme el pulsómetro y vestirme de gala, procedí a «liberar a Willy». Para los no iniciados en el argot les explicaré que «liberar a Willy» es lo mismo que sacar a pasear al perrete, sacar la leña al patio, hacer una descarga de archivos, tener a Jordan colgado del aro, tener la tortuga asomando… en definitiva, hacer de vientre, defecar… cagar coño, cagar!! Por lo que ya mas ligero me dispuse a desayunar.

Al contrario que la noche anterior el ambiente en el restaurante estaba algo cargado. Se mascaba la tensión. Algunos bromeaban, pero la mayoría estaban mas concentrados que el Fairy (no confundir con el Fary, uno limpia y el otro cantaba, de nada por la aclaración..), yo entre ellos. Llevaba mucho tiempo esperando este momento. La preparación había sido buena, me sentía fuerte y salvo los psoas que estuvieron protestando las últimas semanas todo funcionaba. Tocaba correr!!

Subí a la habitación a recoger la mochila, lavarme los dientes, y de nuevo pasé por el trono. Esta vez no fue Willy quien salió pero si un par de hermosos delfines que nadaron libres por el alcantarillado sevillano! Todo iba en marcha, estómago en orden, buen desayuno y ganas de empezar a correr! Sólo faltaba que llegara el autobús para llevarnos a la salida!

El camino a la salida fue una auténtica locura. Estaba sentado junto a Amalia (vaya carrerón te marcaste sobri) comentando mil y una cosas. Alrededor las risas y los gritos subían de volumen a cada metro que nos acercábamos al estadio. El calor era insoportable. Estaba sudando como Camacho en Corea.. el estómago estaba centrifugando el desayuno y yo me estaba poniendo de los nervios (ahora me arrepiento de los 3 trankimazines que dejé olvidados en la mesilla de noche)

Antes de la salida

Los momentos previos a la carrera los recuerdo con muchísima tensión. Iba pendiente de nuevo del estómago (el mal trago de Donosti 2012 volvió a mi cabeza). Tanto el calor del bus y el frescor matutino (sin forma de pepino) hacían que la centrifugadora aumentara de revoluciones a cada segundo. Intenté convencerme que eran sólo nervios. Me quité la ropa sobrante, me puse un chubasquero del chino (de a 60 céntimos) por encima y tiramos para la salida todo el equipo junto. Nuevo momento de bromas y risas y yo en mi parra, dándole al «runrun» del estómago. Algunos compañeros se acercaron a preguntarme como estaba, no es normal verme serio, pero a veces pasa.. pocas, pero pasa.

Llegó el momento de la foto de grupo antes de meternos en el cajón de salida, una, dos, tres, cuatro docenas.. Madre mía! Cuanto daño han hecho los soportes electrónicos!! Donde estarán los carretes de 24 o como mucho de 36?? Seguía notando el estomago raro… muy raro… Y en el último momento cuando ya el equipo se dirigía a la salida, decido pasar por el baño de nuevo. Fue la mejor idea del día. Si hubiera tenido que correr apretando los cachetes, probablemente esta crónica sería distinta. Por cierto si algún sevillano pasa a día de hoy por la salida y ve un baño precintado y con un cartel de peligro bactereológico, no os extrañéis, es en el que solté lastre!

Lo mas me duele de ese momento «bífidus» es haberme perdido el circulo de motivación de todo el equipo. Al entrar en el cajón no pude encontrarlos. Siento no haber podido darles un abrazo uno por uno, mirarles a los ojos y compartir ese momento tan especial. A mi lado tenía a Anita y a Diego (otros dos grandes compañeros). Estábamos bien situados, no muy lejos de la linea de salida. Preparados para la carrera que tanto tiempo habíamos estado preparando.. Sólo quedaban unos segundos.. La suerte estaba echada!!

Sevilla8

Del Kilómetro 0 al 5 (25’51»)

Salí tranquilo, la pulsera con la chuleta de paso de tiempos tenía que guiarme hacía mi objetivo de bajar de 3 horas 40 minutos. La mejor predicción me ponía en 3 horas y 36 minutos largos, con margen por si me daba un bajón. Desde el primer momento pude correr al ritmo previsto (5’10»). Antes de pasar el primer kilómetro alcancé al grueso de los Drinkingrunners (no Pintos, esta vez no va por ti), un grupo numeroso que poco a poco se fue disgregando según sus objetivos. Les saludé, les desee suerte rápidamente y seguí buscando mi cadencia. Intenté engañar a Óscar Adán y a Ana Voltereta para que me siguieran, pero con criterio decidieron ir a su aire ( enhorabuena por vuestro maratón). En esos primeros kilómetros iba pegado al globo de 3h30′ que poco a poco se fue distanciando de mi.

Del 5 al 10 (25’49»)

Al paso por el kilómetro 5 vi los 25’51» que marcaba mi reloj y me sentí muy satisfecho. Sin gastar energías y regulando las fuerzas había recortado ya 35″ al tiempo previsto en la pulsera. En esos minutos me dio tiempo a ver como mi cuñado Mario se iba con el globo de 3h30′ y también a adelantar a Maria Caballero que había salido muy fuerte, luego supo regular y acabó como una campeona que es. En estos 10 primeros kilómetros e incluso en algunos mas, no dejó de adelantarme gente pero mantuve la cabeza fría, mi carrera empezaba mas adelante.

Del 10 al 15 (25’38»)

La temperatura empezaba a subir. Notaba el calor y cierta sed. Probablemente no había hidratado lo suficiente antes de la salida y también fallé en uno de los avituallamientos por el follón que había. Me tomé mi primer gel de Victory Endurance ( al final tuve que improvisar y cayeron 4 que me salvaron ) y también la primera pastilla de sales. Las piernas iban bien, el psoas no molestaba y la cabeza iba fría (por dentro, que no por fuera). Solo me molestaba una cosa: iba demasiado concentrado, no estaba disfrutando del todo, quizá la responsabilidad o las ganas de hacer una buena marca me estaban pasando factura. Así que decidí sonreír mas y vivir la carrera. El correr mas relajado me sirvió de mucho… si no lo creéis probad a sonreír mientras corréis!

Del 15 al 20 (25’38»)

Se acercaba uno de los momentos mas emotivos del circuito. Pasar por el kilómetro 15 suponía ver a todas nuestras familias animando junto al hotel. Estaba nervioso ya que Marta tenía que darme un gel y mas pastillas de sales. No podía despistarme. Aún así el oír mi nombre y todos los ánimos de las mujeres e hijos de los Drinking me dio un vuelco el corazón, millones de gracias, de verdad! Que difícil es explicar lo que se siente en esos momentos. Por suerte, unos metros mas adelante vi a Marta y pude recargar provisiones y seguir corriendo mas tranquilo. Según mis previsiones llevaba casi un minuto de adelanto al tiempo que marcaba la pulsera.

En el kilómetro 15

Del 20 al 25 (25’18»)

Se acercaba la media maratón y las sensaciones eran buenas, las pulsaciones iban controladas, bebía regularmente y tenía geles y sales. El paso por 21.097 fue en 1h48’30». Si lograba doblar llegaría en 3hrs37′ y si no, tenía algo de margen para bajar de esas «trescuarenta». En el 22 tuve el primer susto, un escalofrío me recorrió el cuerpo y me dejó helado durante casi un minuto. Me asusté, me recordó mucho a lo que me pasó en la Madrid-Segovia  cuando me bajó el azúcar en el km. 91. Intenté tranquilizarme y pensar en lo que podía estar pasando. Probablemente estaba sudando mucho mas que en los últimos tres meses de entrenamiento y el cuerpo me estaba avisando. Me tomé otra pastilla de sales gracias a un compañero de carrera que me dejó su botella (esto es deporte y deportividad). El cuerpo se asentó y seguí a lo mío. Al llegar al 25 vi que el ritmo continuaba por debajo de lo previsto pese al susto y eso me dio confianza.

Del 25 al 30 (25’16»)

En este tramo se suponía que debía correr a 5’05» según el plan marcado, pero ya el anterior «cincomil» había salido mas rápido aún, por lo que me tranquilicé y decidí mantener el ritmo. Sabía que llegaba la zona mas dura del maratón, donde en cualquier esquina te puede asaltar el «Tío del Mazo» y darte una viaje de los suyos. Además en el 27 volví a sentir un ligero escalofrío, no podía tirar las campanas al vuelo. Ahora bebía mas cantidad y estaba atento al pulsometro, cualquier subida súbita de pulsaciones significaría que algo no iba bien en mi cuerpo serrano. Adelanté a Anita que llevaba buen ritmo pero que iba notando el cansancio. Y también a mi cuñado Mario, que pese a ir sufriendo supo regular para llegar a meta con MMP.

Sufriendo

Del 30 al 35 (25’52»)

En este tramo tenía previsto controlar y bajar el ritmo para llegar con fuerzas a la última parte de la carrera. Quería guardar energías para los últimos 7 kilómetros donde daría todo lo que tenía dentro. Otra pastilla de sales y un gel en el 32 coincidieron con los ánimos de Berta y Marta Chavero en la Avenida de la Palmera (pedazo de recta que nunca acababa)!! Las piernas pesaban y el calor pegaba de lo lindo. Estaba empezando a sufrir, pero estaba tan cerca del objetivo que no podía pensar en eso. El paso por el Parque de Maria Luisa fue gloria bendita. Un subidón llegar a la plaza de España abarrotada de gente. Allí adelanté a Rai, le dí animos y seguí hacia delante. Justo antes de salir del parque estaban los padres de Alma con la bandera de los Drinking!! Otro subidón mas! Joder que manera de animar.. el puto pulsometro se iba a colapsar y de paso mi corazón también!! A lo lejos vi una camiseta de los Drinking que no llevaba buen ritmo, era Diego, estaba pasando un mal rato, un golpe de otro corredor le había dejado fuera de juego. Aún así le echó un par y acabó la carrera.

Del 35 al 40 (24’58»)

Al paso por el 35 vi que estaba clavando los pasos y que si no había una «hostia terrible» contra el muro podía hacer MMP. Pero no veía a Marta, habíamos quedado en ese kilómetro para recargar de nuevo.. y joder! no estaba!! Me puse nervioso, ni los gritos de media Sevilla que estaba en la calle, ni pasar junto a la catedral ni el ánimo de Adrián (Hijos del Running) me servían para dejar de pensar en los problemas que se avecinaban si no tomaba mas sales! Pese a todo, el ritmo era claramente mas alto del que llevaba en kilómetros anteriores, pero el miedo estaba ahí! En el 37 apareció Marta entre la multitud para darme otro gel y otra pastilla! Me salvó la vida! En un ataque de ansia viva casi le arranco el brazo para llevarme mi tessssooooroooo (cual Gollum con el anillo). Un poco mas adelante me encontré con Javi Álamo, se le notaba cansado. Le golpee suavemente esas nalgas pétreas que tiene y le di ánimos! -Voy cascado. Me dijo pero se me agarró a los talones como un titán que es. Al rato le oigo decirme que baja el pistón que no quiere petar. Me alegré, corrió con cabeza y fue otro que se llevó una MMP de Sevilla. Entrar en el parque del Alamillo y querer cortarme las venas fue todo uno. Del 38 al 40 no pensaba mas que en lo bien que estaría en casa, rascándome la barriga o quizá un poco mas abajo. De estos malos pensamientos me sacó Macu gritándome y sacándome una foto para el recuerdo. Aún con todo el cansancio acumulado y las malas sensaciones iba corriendo por debajo de 5 minutos el kilómetro, no podía creérmelo!

Km. 38

Del 40 al 42.195 (09’55»)

Ya estaba en el 40!! Increíble pero cierto,  los cabrones de los psoas y los aductores no me habían jodido la carrera. El amago de deshidratación no había pasado de eso, amago, y llevaba mejor ritmo del esperado. El estadio aparecía a mi izquierda y tenía que dar todo lo que me quedaba dentro, 193 ppm marcaba mi reloj,  pero daba igual.. petar a esa distancia no iba a acabar con mi MMP. Así que puse el «molinillo» en marcha y apreté los dientes y los esfínteres! Adelanté a Iñigo y me dio alas con sus ánimos. Casi llegando al estadio vi a Xuco, amigo de Venycorre, me acerqué sigiloso cual ninja por su espalda y le palmee las nalgas (joder que vicio tengo). Me sonrió y me preguntó si llegaba para entrar en meta con él, le dije que no… jijijiji.. y apreté un poco mas, sólo quedaban 100 metros para el estadio y quise ver cual era el tiempo que llevaba… no me esperaba que pudiera bajar de 3 horas 35′ (si no de que coño iba a decir yo que me rapaba) pero lo tenía ahí.. al alcance.. sólo había que acelerar un poco, pedirle un último esfuerzo a las piernas y al corazón y echarle un par de cojones. Bajé hasta la pista controlando para no dejarme los cuádriceps en el camino y cuando entré en el estadio sólo podía pensar en una cosa, en mi padre, en lo orgulloso que estaría de su hijo pequeño, orgulloso por ver que intento ser como el era, de luchar y trabajar por las cosas que quiero, por lograr mis objetivos.. Las piernas no daban para mas y el corazón tampoco, solo veía el arco de meta y notaba como adelantaba a compañeros que compartían mi mismo sueño…. Y así, llorando, riendo, apretando los puños, levantándolos al cielo en busca de mi padre y acordándome de todos los míos fue como entré en la meta. Una felicidad que no se puede explicar con palabras.

Mi reloj marcó 3 horas 34 minutos y 15 segundos. Lo había logrado! Esta vez Fílipides estaba a mis pies. Había hecho la carrera de mis sueños. Mejor aún de lo soñado, había sufrido, había disfrutado, había pasado momentos malos, buenos y muy buenos pero sobre todo había vuelto a vivir de nuevo otra vida de 42 kilómetros y 195 metros. ¿ Y ahora que Filípides? Estamos empate a 3!!

En la meta

Pasada la meta estaban tres compañeros, Julián que hizo MMP sin saberlo pero mereciéndolo (eres enorme Julián). También estaba Alberto, mi tocayo que hizo lo que ni el mismo esperaba corriendo en 3h25′ (bravo por ti, te lo mereces) y también estaba Alma. Me alegró casi mas que mi propia marca verla allí, eso significaba que había conseguido su propósito y se lo merece. Con mucho es una de las personas mas excepcionales que me he encontrado en mucho tiempo, el corazón, el entusIasmo y La generosidaD que pone en todo lo que hace se contagia y nos convierte en mejores personas a los que tenemos la suerte de compartir momentos con ella.Eres grande Alma!! El abrazo lleno de lágrimas que uno a uno, me di con ellos no se puede explicar con palabras, va mas allá de la emoción, siento no poder ni siquiera intentar transmitíroslo!

Una vez fuera del estadio poco a poco nos fuimos reuniendo todos los Drinkingrunners, casi todos con mejores marcas personales o debutantes en la distancia que se ganaron con creces el título de maratonianos! Luis, Robledian, Rafa, Lolo, Amalia, Chema, Miguel Ángel, Valentín, Roncero (enorme sabiendo sufrir hasta el final, eres un ejemplo), Ana, Rafa, Álamo, Pintos, Doc, Mario, Paco, Iri, Arantxa, Anita, Diego, Miguel Angel Burlado, Oscar Adán, Dani, Bernal, Luis, Isa y Beatriz de Coentrena y como no Pablo Sánchez Carmenado el Oh «Hamado» Líder!! (Disculpad si me dejo a alguien) De nuevo las lágrimas cayendo por doquier por todos los sentimientos que se desbordaban y explotaban fuera de nosotros. En verdad os digo amigos y amigas que mas Drinkingrunners parecíamos los KleenexRunners!! (Patrocinio ya copón!!)

Felices

No quiero olvidarme de tres amigos que no han podido estar en Sevilla por diversos motivos… Lanzas, Pola, Manu.. aunque no os calzarais las zapas, corristeis con nosotros!! Un abrazo enorme!

Y si creíais que esto había acabado, estáis muy equivocados… todavía faltan los agradecimientos…

Gracias a todos los Drinkingrunners y sus familias por estos maravillosos meses y este grandioso fin de semana. Sois de lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias por esos kilómetros andando para darnos ánimos. Gracias en especial a Sandra y Sara por las fotos. Y también a David!

Gracias a mi familia por estar a mi lado y apoyarme en mis locuras.

Gracias a Óscar de las Mozas, mi entrenador. Gracias a ti y al #EstiloCoentrena soy mejor corredor. Sin ti no hubiera conseguido llegar al nivel que estoy gozando de la salud que gozo. Te debo mucho! Y también a todo mis compañeros de Coentrena. Gracias por aguantarme todos los sábados! (Belén, Malaga caerá a tus pies)

Gracias también al gran corredor y mejor persona Carles Castillejo. Gracias Míster por todo el apoyo y por preocuparte de mi entreno pese a no estar llevando tu plan. Eres muy grande!

Gracias Pablo, sin ti nada de este proyecto de #KmsXalimentos sería posible. Somos un equipo, si, pero tu eres su alma. Tu haces que todo esto funcione. GRACIAS.

Gracias a Jose, mi hermano Cacahuete… Sé que siempre puedo contar contigo. Gracias por creer en mi mas de lo que yo mismo hago. Te quiero hermano.

Y sobre todo gracias a Marta. Gracias por aguantarme todo y mas. Por no tener nunca un NO en tu boca. Por estar en las buenas y en las malas. Te quiero!!

Y ahora si.. ahora podemos decir que esta crónica ha acabado. Podéis respirar tranquilos y tranquilas… pero no os confiéis, tengo mas retos en el horizonte… y si! Habrá crónica!

Se os quiere!

Alberto

@Albbarrantes

comentarios
  1. Jorge Gómez dice:

    Tal vez debería haberme saltado algún episodio de recreación escatológica porque lo he leído en plena digestión, pero no podía levantar la vista del relato. Pedazo de carrera, pedazo de crónica y pedazo de ser humano. Enhorabuena campeón.

  2. Pues ya se me ha terminado la copa (de balón) de brandy….. He leído del tirón y no una sino dos crónicas. Primero la de 2010 pues no sabía nada de aquello y así he podido tener una visión total de la gesta realizada.
    Impecable carrera e impecable crónica. Has conseguido que se me empañe el lacrimal en una mezcla de entre emoción, admiración y alegría.
    Lo más importante que he extraído de la crónica es lo que para ir ha supuesto cruzar esa línea de meta en lo estrictamente personal, precioso homenaje el que has podido dispensar a tu padre y precioso ver como eres un tipo agradecido, que comparte sus alegrías y triunfos con todo el mundo.
    ¡Enhorabuena! ¡Vales muuuuuucho amigo!

    Alberto ‘RunnerChef’

  3. Donde dice «para ir» debe decir «para ti» (putos correctores del demonio)

  4. BERTA dice:

    ¡Grande! y el corazón ENORME. Enhorabuena, te mereces esa pedazo MMP.

  5. Lo hiciste genial, te lo mereces!
    Tengo grabada tu cara, tu mirada, tu felicidad, cuando nos encontramos en la Cartuja. Se te veía feliz y contento, me quedo con eso.
    Desde donde esté, tu padre te ha visto en todas tus carreras, pero estoy segura de que esta ha sido especial también para él.
    Sabes que cuentas con mi apoyo, SIEMPRE.
    Te quiero mucho!!! (si, como la trucha al trucho…)
    Muak!
    Marta 😉

  6. Prometo Entrenar dice:

    Gran carrera y mejor crónica. Me has hecho revivir las sensaciones que sentimos durante la carrera, gracias

  7. Maria Te Guzman dice:

    Excelente escrito! Hasta bote alguna lágrima en cierta partes! Aun no he realizado un maraton! Pero toda las emociones que cuentas las pude imaginar! ! Este año correré mi primer medio maratón oficial! Espero el año próximo correo mi PRIMER MARATON y sentir todo ese dolor y esa alegría que cuentas! Felicitaciones y un fuerte abrazo desde Venezuela!

  8. Almudena dice:

    Los pelillos de punta, Alberto. Me han entrado ganas de correr otro maratón…

    Qué bonito homenaje a tu padre…

    Enhorabuena por esa pedazo de MMP, campeón ¡¡no cambies!!

    Un abrazote.

  9. Repito el comentario, porque no sé por qué, no sale… Luego saldrá dos veces, ¡¡seguro!! 🙂

    Preciosa crónica, los pelillos de punta, Alberto. Me han entrado ganas de correr otro maratón…

    Qué bonito homenaje a tu padre…

    Enhorabuena por esa pedazo de MMP, campeón, ¡¡no cambies!!

    Un abrazote.

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